Retratamiento de Conducto

Retratamiento de Conducto

La mayoría de las veces, el tratamiento de conducto es eficaz para eliminar el dolor de dientes en forma permanente y detener la infección de los tejidos blandos en lo profundo de los dientes y encías. Pero en ocasiones, como ocurre con cualquier procedimiento médico, el cuerpo puede no sanar como se espera. Después de cierto tiempo, se puede volver a sentir dolor en el diente afectado, o incluso, si no hay síntomas, las radiografías pueden revelar que la infección aún está presente cerca de las raíces. En ese caso, puede que necesite un nuevo tratamiento de conducto.

Retratamiento de Conducto.

Existen varias razones por las que el tratamiento de conducto puede no haber tenido éxito la primera vez. Los "conductos" mismos son canales delgados que se bifurcan en lo profundo de la pieza dental, donde hay nervios y vasos sanguíneos: el tejido blando llamado “pulpa”. Pueden ser tan estrechos e intrincados que algunos pueden pasar inadvertidos, o no responder al primer tratamiento. O también podría ser que los conductos se vuelvan a contaminar por diversas vías: una restauración de corona demorada o ineficaz, nuevas caries, una enfermedad periodontal avanzada o un diente fisurado o fracturado. Cualquiera de esas situaciones podría derivar en una reinfección.

Si el tratamiento de conducto (endodóntico) inicial ha fracasado, lo primero que hay que hacer es evaluar las opciones. Además de un nuevo tratamiento, puede haber otras alternativas, como la cirugía endodóntica o la extracción del diente. Sin embargo, los dientes faltantes deben reemplazarse con un puente o una dentadura parcial lo antes posible, y ninguna de ellas son opciones simples ni poco costosas. Es en parte la razón por la que preferimos ayudarlo a conservar sus dientes naturales siempre que sea posible.

El Procedimiento de Retratamiento

Si lo apropiado para usted es un nuevo tratamiento de endodoncia, el procedimiento es similar al tratamiento de conducto habitual, con algunas medidas adicionales. Después de la aplicación de la anestesia (por lo general con una inyección adormecedora), se trabaja sobre las restauraciones presentes en sus dientes, como por ejemplo coronas, para brindar acceso al material que rellenará el conducto. Esto se logra por lo general mediante una pequeña abertura que se realiza en la parte interior del diente; se extrae el relleno endodontico o las obstrucciones, y se limpia la cámara pulpar con diminutos instrumentos.

Se emplean un microscopio y luz para buscar con mucho cuidado canales adicionales o estructuras poco comunes. Si el proceso de tratamiento se complica demasiado, se puede terminar en una visita posterior. Por último, cuando se han limpiado y desinfectado todos los conductos, se rellenan con material inerte y se sellan. Luego se coloca en el diente un empaste temporal. Será necesario colocar una restauración permanente más adelante.

¿El Retratamiento de Conducto Es Mi Mejor Opción?

La medicina y la odontología son tanto un arte como una ciencia, y ninguna puede garantizar que un procedimiento tendrá un 100 % de éxito. Si bien el retratamiento de endodoncia puede ser más complejo que el tratamiento de conducto inicial, ofrece en muchos casos una buena oportunidad de éxito. Y debido a que el campo de la endodoncia evoluciona en forma constante, es posible usar nuevas técnicas que no estaban disponibles cuando se le realizó el primer procedimiento.

Los dentistas tomamos en serio nuestra responsabilidad de ayudarlo a entender los riesgos, las ventajas y las alternativas para tratar problemas de conducto. Cuando recomendamos un nuevo tratamiento, es porque consideramos que es la mejor forma de que conserve sus dientes naturales, y queremos que pueda disfrutarlos durante muchos años más.

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